Cada día que pasa sé menos lo que siento. No sé si la decisión habrá sido la acertada. No sé si quiero seguir así, sin tenerte en mi vida. Sin poder quitarte de mis pensamientos. He caído atrapado en el agujero negro de tu persona y de nada cabe resistirse a una de las mayores fuerzas de atracción de la naturaleza.
Aprendiendo por la web veo que nuestra intuición no es tan irracional. Que los mayores niveles de raciocinio se manifiestan en intuiciones, y la intuición hizo que mis ojos se sintiesen irresistiblemente atraídos hacia ti.
La primera vez que te vi sentí la emoción de haber encontrado el mapa de un tesoro. La deriva del mar de vida hizo que las olas me llevasen a una pequeña cala de una maravillosa isla, y comencé entusiasmado a explorar sus más recónditos recovecos. Me enamoraba cada uno de sus rincones, de sus pequeños detalles, del brillar de algunas de sus conchas varadas en la arena, del sonido que sus susurros causaban al acariciar la desgastada roca... Todo era inimaginablemente bello. Me sentía genial. Durante un tiempo incluso me olvidé de la búsqueda del tesoro -que era lo que me había llevado allí- y me limité a descubrir. Llegó un momento en que aquella cala se me fue haciendo cada vez más pequeña, y recordé el motivo de mi porqué allí. ¡¡Estaba buscando un tesoro!!, y el tiempo había transcurrido tan rápido embriagado de todo lo maravilloso de aquel sitio que me olvidé de su existencia. No era capaz de distinguir el concepto de días, horas, segundos... tan sólo había instantes como en una fotografía felizmente enmarcados.
Al intentar adentrarme más en la isla di con una gran y espesa jungla de manglar. Después de divagar perdido durante días aun a riesgo de no conocer con certeza a dónde me llevarían mis pasos, volví a la cala. Calculo que no pude avanzar mucho. La isla es gigantesca y es todo acantilados salvo aquella pequeña cala. Me siento frustrado, porque sé que hay muchísimo que me pierdo al no ser invitado a pasar. Quizás no esté preparado o no sea el momento. Lo mejor que puedo hacer es volver al mar y poner rumbo a un nuevo destino que me haga distraerme de tu ausencia y si algún día vuelves a tropezarte conmigo, intentarlo de nuevo si es que la situación es favorable.
Iluso de mi, creo adivinar que no será la última vez que nuestros cuerpos se encuentren -ya que en sueños me acompañas y al alba me arrulla tu ausencia. Deseo que pase. Me niego a pensar que no será así. Me está resultando muy difícil el dejarte marchar, el vivir con tu ausencia permanente y un muro que nos separa al que de vez en cuando me empino para saber de ti, y del que al bajar siempre me lastimo y vuelvo dañado.
He de iniciar algún proyecto que me mantenga ocupado.
Funciona lo de los comentarios?? Parece que sí, pero nadie comenta.
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