jueves, 22 de diciembre de 2011

Bitácora de desamor, día 14

Siento que tus recuerdos me abandonan poco a poco. Quizás porque mi consciente los oculte para que no me dañen, quizás por el irremediable paso del tiempo. Poco a poco vas saliendo de mi rutina. Al cabo del día me pregunto cómo irás vestida y si te habrás puesto ese carmín que me encantaba, pero ¿para qué? ¿qué esperanza me aguarda de encontrarte? Si te veo mis labios se marchitarán de amargura al no ser besados. ¿Y de qué te hablaré? ¿De cómo he malgastado el tiempo construyendo sueños y castillos imaginarios?

Tu calle volverá a ser para mi otra calle cualquiera, y tu casa, un espacio habitable sólo en mi imaginación. Nos olvidaremos hasta volver a ser dos desconocidos, y olvidando dejaré marchar a la mitad de mi alma.

Y a veces te imagino como a mi, acariciando tu foto en el teléfono que es lo más parecido al recuerdo del tacto de tu piel que me va quedando. Mal por quererte volver a ver a sabiendas de que es un imposible, prefiero que no lo hagamos si no lo sientes y necesitas como yo. Quizás para ti haya sido sólo otro charco en el camino, para mi el mar más extenso que he de cruzar y en el que me hundo y ahogo si pienso en ti.

Sé que hago mal reteniéndote en mis pensamientos, pero ¿qué quieres que haga? No todos tocan una estrella con sus manos y al día siguiente se olvidan así como si nada. Me apeno pensando que tu brillo ilumina cada día menos la oscuridad de este vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario