martes, 20 de diciembre de 2011

Hoy soñé contigo

Hoy soñé contigo. Me dormí a las 10 a.m y me encontré en tu salón, contigo dirigiéndote hacia mi con las manos estiradas hacia el infinito con la intención de darme un grandioso abrazo. Te pude sentir, porque me estremecí en la cama en un escalofrío de felicidad. Incluso lloré. Mientras me abrazabas me decías que toda esto había sido un error, que me querías y que no podías vivir con la idea de estar sin mi. Después me besabas y me abrazabas como si fuesen los últimos minutos que nos quedasen en este mundo. Ha sido todo tan real y tan bonito que aun ahora recordándolo siento las lágrimas recorrer mis mejillas en su peregrinar hacia el suelo. Después ya no recuerdo nada más. Sé que todo esto no ha terminado aquí y me engaño pensando que el destino hará que nuestras vidas se vuelvan a cruzar. Es así como lo siento. Te quería borrar de mi vida, pero ya forma parte de todas las cosas buenas que hay y no había en mi persona, y liberarme de ellas sería como involucionar. Contigo crecí y aprendí más de lo que la escuela, instituto, universidad y vida intentaron en vano enseñarme, y creo que es lo que enganchó a tu vida. No sé por qué funesta fuerza me atraes como la luz a los insectos aun a sabiendas que es mi muerte mi sino, pero creo en la vida en el amor, y si he de morir de amor, acataré mi destino. Sueño y añoro ese futuro que nos haga tropezar. Ojalá pudiera acelerar el tiempo para estar junto a ti.

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