lunes, 29 de julio de 2013

Carta abierta para mi.

Querido Anticronista:
                Sé que siempre creíste que sólo en las noches de luna llena era en las que se activaba la máquina del tiempo. Pero hay veces que en el universo, y a causa de otras extrañas alineaciones estelares, ésta recobra vida propia y te transporta a sus caprichosos momentos pretéritos.
Sabía que había de llegar el día en que esta carta a mi llegaría, así que omniscientemente te digo que para nada me ha impresionado.

También sé que estás barajando -sobre aun inciertas casualidades vitales- que puedes estar –por así llamarlo- infectado de algún tipo de enfermedad poco común, y así te lo vengo a ratificar. Has estado dando tantas vueltas en el mismo bloque que ya sus paredes confundes circulares. Has tropezado tantas veces en la misma piedra y no te has dado cuenta que el camino es una calzada romana. Siempre derrapando. Siempre desbocado. A veces sin control. Siempre sin control. Siempre… Seamos honestos en esta carta.
Hace un rato te preguntabas:

NO entiendo. Si mi amor y cariño es tan sincero, continuo e intenso como el tiempo, ¿por qué asusta tanto a quién lo entrego? Quizás sea un romántico enfermo de sentimiento y aun nadie ha inventado este desorden. Jamás me enseñaron como tenía que dosificarlo, y volviendo la vista atrás, hacia los cruces de caminos… tampoco quizás yo haya aprendido.

Has trotado siempre tan deprisa… como si el camino no tuviese final… ¿qué meta querías alcanzar? sólo rectas que trazar. Los extremos no son buenos para nada.

 Apéate del camino por un ratito y párate a reflexionar. Toma aire. Déjate relajar. Y mira el camino, tan cerca del origen como puedas, y tan lejano del final como atisbes a ver. Quizás sea un buen momento de cambiar, no sé, probar cosas como:  ser un poco más paciente, quizás introvertido, menosmanifiesto, pausado, relajado… ¿Qué se yo… ? Algo distinto… Así podrías tener elementos de juicio con los que quizás pudieses ratificarte en tus creencias justa y menos obstinada o egoístamente.

De lo que respondió:
Pero por ahí soy así, por suerte o  para desgracia. ¿No lo recuerdas bien en el futuro? A día de hoy no he visto muchos casos de personas que cambian y no sé si yo estaría entre uno de esos excepcionales seres –que cambian a mejor, claro. Y si bien no me falla la memoria, esta conversación ya la habíamos tenido antes con iguales resultados. Sí. Funciona durante un tiempo, pero al final el ser termina destilando por su esencia. ¿Falta de constancia? ¿Falta de herramientas? ¿Falta de motivación? Quizás. No tengo más experiencia que mi vivencia actual. Sinceramente no te podría responder. Me gusta la persona que soy. No cambiaría ahora mismo ni un ápice de mis equivocaciones si por ello no fuese la persona que soy. ¡¡Ojo!! No te digo que aquí me vaya a quedar. Espero tener una vida larga y saludable -en todos los aspectos. No sé desde el futuro cómo lo verás.

Recuerdo un día que Marcelino, ante un problema de esos que parecen existenciales me dijo que siempre tenía que ser yo. Nunca fui bueno piropeándome, pero en sus palabras fue la palabra auténtico la que me cautivó. Me sedujo esa libertad que me transmitió de no tener que ser como los demás. Mientras no se dañase/incomodase a nadie me apresuré a añadir mentalmente al postulado. Y me gustó. Lo creí. Y quizás por eso a día de hoy te esté escribiendo desde esta precisa ubicación.

¿¿¿¿Por qué no hacer?, decir?, sentir?, vivir?... lo que uno desee en cada instante de su vida? ¿Porque no es la norma? ¿Está socialmente mal visto? ¿Fuera del protocolo?... ¿Y quién eligió todo lo anterior? Porque yo no lo fui a votar.

 Creo que la vida está hecha para sentir, lo bueno y lo malo. Porque eso nos distingue de los muertos. Ellos no sienten. Por tanto, sentir debería ser un objetivo vital, y parece que es un valor en declive. Y alguien por ahí le añadió, que para que una vida fuese 100% plena, la buenas y malas vivencias habían de autoequilibrarse mutuamente en una balanza.
Estoy de acuerdo con usted en algunas cosas, pero en otras no tanto. Nos vemos en el siguiente eclipse en Venus. Cuídese que la edad no perdona. ;)

Y así es como concluyó mi primera conversación con mi ser pasado. Los eclipses en Venus son cortos y esos veranos suelen bonitos, cálidos y largos.


by Anticronista Del Mañana

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