lunes, 16 de enero de 2012

Sueño despierto y vivo soñando.

No es sano soñar despierto, nunca lo ha sido, sólo soñamos cuando dormimos, porque quizás nuestro bien diseñado cuerpo trate así de protegernos de estos sueños. Alegría cuando anochece y nos introducimos en ese mágico y reparador mundo, y oscuridad al alba, cuando anochece en el mundo de los sueños y somos expulsados de él; amanece la realidad. Noche y día, luz y oscuridad, agua y aceite, ying y yang. En una dicotomía constante parece moverse mi vida como un barco zarandeado por las olas, a babor, a estribor, babor, estribor... Ya no me mareo, no. Me he acostumbrado a este vaivén incesante de patadas en el culo, en que hay días que son tantas, que no me da ya tiempo a disfrutarlas todas, y otros días... en que solo queda el frío e invernal viento, que limpia el polvo mágico con el que se cubren los recuerdos y que hace que no se desvanezcan como pasa con los sueños. La lluvia de los ojos comprueba con agrado que los surcos de su paso por mi mejilla aun siguen ahí, y no tendrá que abrir nuevos caminos, no al menos por ahora. Tanto tiempo ha estado lloviendo que ya no me duele no ver el Sol al despertar. Y como sin Sol no hay fotosíntesis, terminará marchitada y ahogada la planta de mi amor en el remanso de lágrimas de un algo imposible, que en una proporción justa debería mantenerla con vida, pero que en exceso, termina ahogando y marchitándola.
Como constante ley en el universo, al igual que la gravedad, la resignación es lo que queda cuando 2 masas  irremediablemente se alejan en dirección opuesta y con velocidades distintas. La resignación, sí. Resignémonos a lo que nos toca vivir, porque al igual que ocurre con la gravedad, a día de hoy contra esta fuerza es imposible luchar.

Besos lascivos y furtivos
sin vía de escape de mis labios
recorren una y otra vez mi boca
para finalmente acabar ahogados y tragados
como todo aquello que no podemos dejar escapar de nosotros.
Porque de ser así iríamos dejando pedacitos de alma en el camino
hasta quedarnos vacíos y esparcidos por el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario