Hoy me siento perdido como un náufrago en un infinito mar de dudas, esperando cuan respuesta que me deje abordar el barco de la inquietud y tomar el control de mi rumbo. Estoy estancado, en un sitio muerto y con el horizonte como única meta. Desolado.
Hoy particularmente odio al tiempo, esa puñetera dimensión que con la inconstancia en su transcurrir hace demasiado cortos los momentos que vamos a añorar durante el resto de su transcurso acompañando nuestras vidas. Y cuando uno está atrapado en una situación como ésta, nuestro peor enemigo es el tiempo, porque los días se quedan vacíos de significado, y transcurren lentos y pesados, indiferenciables, el único rayo de sol que alegraba mis mañanas está cubierto por los nubarrones de la duda y no hay nada que haga presagiar que no llegue la tan temida tormenta. Un juicio, una opinión, una decisión marcará el destino de nuestro corto caminar juntos.
Supongo que no supimos como convivir esquivando bien los charcos del camino, y aquello que antes nos parecía gracioso cuando saltábamos en ellos y nos reíamos de la vida, parece que ha ido calando en nuestras ropas, volviéndolas frías, pesadas e inaguantables. Ya no es tan divertido el agua que nos salpica, y en ocasiones nos empeñas en ir bordeandolos. ¿No ves que en esta vida el que no se moja no consigue nada? ¿A qué tienes miedo? ¿A otra mancha en el historial amoroso que todos traemos a nuestra espalda? La vida parece que transcurre así y no queremos capacitarnos para entenderlo.
Debería tener miedo a volverme a enamorar, porque los momentos que marcan el transcurrir de este tiempo más reciente me hacen mucho daño. Hay tanto dolor que no sé por donde empezar a curarme, pero no por ello voy a renunciar a seguir viviendo y a buscar y seguir luchando por eso que se suele llamar amor, y que nadie sabe lo que es.
La compañía no es, según mi visión, el punto final de una búsqueda amorosa. Por el contrario, la compañía es el inicio, la consolidación, la transformación y la condición de desarrollo de una experiencia amorosa plena y profunda. -by Sergio Sinay en "El buen amor"
Cómo me gustaría poder volver a empezar de nuevo y corregir todos los errores que he cometido contigo. No sé por qué razón siempre hay algo que me sale mal, y cuando no es una cosa es otra. Así hemos llegado al punto en el que estamos, y me duele el querer estar contigo y no poder, pero tengo que curarme. Lo mio ya se había convertido en una obsesión hasta el punto de perder la propia noción de mi vida, y en eso no consiste el amor. El amor es compartir, pero sin dejar en las manos del Otro la felicidad de uno mismo. Escribo estas líneas con la ilusión de que las leas, aunque sé que no lo harás. Ahora mismo daría mi vida por poder estar ahí disfrutando de tus besos y tu compañía, pero por el bien de los dos es mejor que no. Tengo el amor idealizado, y eso no es posible, porque el amor es entendido de manera inequívoca y diferente por cada uno de nosotros.
Estoy muriendo lentamente si no te tengo... El Anticronista
He disfrutado mucho con la lectura de este libro. Estas son algunas de las frases que me han parecido más bonitas y acertadas:
Hay razones que la razón no comprende.
Si nos amamos para cambiarnos, ¿Por qué no cambiamos de amad@?
El buen amor envuelve, nutre, sana y fortalece a los que se aman cuando en cada uno de ellos está hecha carne la aceptación del Otro como alguien perfecto en sus imperfecciones, completo en sus carencias, presente en sus ausencias, comprensible en lo que tiene de inexplicable. La aceptación me libera de la tentación de cambiar al Otro...
Creo que somos tiempo, que esa materia prima nos constituye. Transcurrimos en el tiempo, somos nuestro tiempo contenido en un tiempo infinito. Todo lo que vemos y conocemos transcurre como nosotros...
Si quiero evitar el tiempo que requiere mi desplazamiento de un punto de apartida a un punto de llegada, lo más eficaz sería eliminar el viaje.
De recomendada lectura para conocer las claves de un amor sano.
Quién supiera como describir el amor, porque es de todos, el más dificil de los sentimientos de explicar o sentir. Quién no se ha enamorado nunca, quizás no entienda tales afirmaciones, pero el amor es lo más parecido a la locura que existe. Pero a la vez es también la más maravillosa experiencia vivible. Como veis, es todo una confusión, una contradicción, un sin vivir sintiéndose como la mayor y más gratificante de las experiencias. Miedos, alegrías, entrega, egoísmos, llantos, tristezas, inseguridad, sonrisas, caricias, abrazos, melancolía, besos, dudas, ansiedad, desespero, odio, necesidad, sentir, sinceridad, aprendizaje, comprensión, compartir, "doble-vivir", angustia... y un largo, largo etc... Todo esto puede ser sentido en cualquier orden o sin lógica alguna o motivo, de ahí su semejanza con la locura. Es una droga muy adictiva de la que cuanto más tomas, más quieres, hasta que tarde o temprano mueres por sobredosis, o por muerte natural. Y si es por sobredosis, pasado un tiempo y cuando la heridas del corazón hayan cicatrizado y hayan hecho sus paredes un poco más duras e inexorables, y después después de haber jurado y perjurado en no volver a caer en él, lo vuelves a probar, y vuelves a caer, y así en un ciclo sin fin, porque el ser humano no fue diseñado para estar sólo. Porque una vida compartida es una vida doblemente vivida. La finalidad de este blog es dar salida a todo ese cúmulo de sentires, ya que no hay mejor manera de sincerarse con uno mismo, que con la escritura, y así poder compartir con cualquier desorientado lector lo maravilloso que es vivir cuando uno cae en este estado.
Bienvenidos y doy el blog por inaugurado.
Que nunca el soplo de tus besos deje sin fuerza mis velas.