Me siento sólo y sin amigos. Abandonado al amparo de la cruel soledad. Esto no puede ser bueno. Menos mal que ya pronto me voy, y si no fuera por mi familia, a bien seguro que sería para no volver jamás. Cuando alguien me necesite que me espere, igual que quedo yo esperando cuando lo necesito. Los amigos están muy sobrevalorados o bien es que como sociedad ya carecemos de todo lo que se parezca a un valor.
Y luego fiestas sorpresas!! ... Atajo de Hipócritas!!
Me tengo que ir sin despedirme de nadie, sin derramar ni una lágrima por toda la calaña que dejo atrás, y con la esperanza de encontrar un sitio en el que encaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario